
La taza de entrenamiento está hecha de cristal borosilicato ligero de alta calidad, y va recubierta con una fina capa de silicona que le da mayor durabilidad. Además este tipo de cristal integra un sistema antirrotura, lo que garantiza la seguridad, ya que en caso de romperse el cristal se astilla, pero no se rompe, quedando el mismo dentro de la propia capa de silicona.